lunes, 21 de abril de 2014

Cajas y pimientos rellenos

Caja sobre caja. 

Así es el estado de mis pocas pertenencias ahora. Mi pequeña vida empaquetada en cartón y cinta de embalar. Por supuesto, nada de marcar las cajas porque eso lo iba a dejar para más adelante y, ahora, no sé que hay en cada una de ellas... Típico.

Cuatro mudanzas en dos años y medio han logrado que cada vez la purga de pertenencias sea mayor, no obstante tengo y transporto más cosas de las que me gustaría.

Mientras clasifico, elimino, medio ordeno y empaqueto cosas voy cogiendo un par de kilos gracias a las 256 despedidas, basadas en comer, beber y otros asuntos ocasionales y al síndrome materno de: "Come de esto que ya veremos qué comes por ahí". 

Hasta que sin previo aviso la amatxo ataca con una cazuela de pimientos rellenos. Sus pimientos rellenos... Hace años que no los hacía porque es un trabajo de muchas, muchas horas y a la mujer le da pereza. Ahí me di cuenta de la gravedad del asunto. 


Así que entre cajas, comidas al límite de la emoción, despedidas constantes me quedan dos días para marchar que ya va siendo hora.

El próximo post desde Colombia. Y punto.


Suena mientas escribo: Living in a box. Living in a box

No hay comentarios:

Publicar un comentario