lunes, 10 de noviembre de 2014

Equilibrio, poder y querer y tal y cual

Silenciosa, así es la mayoría de las muy pocas personas que leen este blog mío que está escrito a caballo entre las tripas, la contención y mis pajas mentales. Lo que comenzó siendo un ejercicio de pura vagancia y comodidad resulta que gusta... La gente rara sois realmente rara.

Y lo sé porque me lo dicen y me preguntan por nuevas entregas y, joder, si algo no soy yo es metódico y disciplinado. Escribo cuando me sale y como me sale y hay muchas veces que no sale porque no hay y donde no hay, no sale.

Porque igual alguien se piensa que yo soy muy de contar pero, que va, tiendo al hermetismo personal hasta que luego tiendo a lo contrario cuando quiero. Pero resulta que muchas personas que aprecio y me aprecian (creo, eso nunca se sabe del todo) me decían cuando me iba a venir por aquí eso de: "ya me irás contando" y yo me veía en una espiral de ir contando cuando yo no soy muy de contar y menos aún así en entregas personalizadas.

De hecho, ya no voy a publicar más en el facebook que hay nuevas entregas porque ya se me sale de lo íntimo a lo semimasivo. Y aunque me gusta el mogollón, no me gusta en las cosas mías y personales.

Así que pensé que este medio podría ser el mejor para poner mis tontunas y, mire usted, el que quiera que lea y el que no pues se libra de sufrir porque es que no soy muy de contar porque para contar tiene que salir y hay veces que no sale porque lo que uno contaría no se debe contar o no le interesa a todo el mundo. En realidad no lo pensé yo, mis compañeros del programa de Radio "Subidos a la nube" como que me obligaron y a mi si me obligan soy muy de obedecer aunque no sea muy de contar.

Tampoco ha pasado nada especial, más bien estoy teniendo un giro (uno más) en la forma de percibir esto y aquello. Ahora he entrado en fase de post, estoy pensando, mirando, dando vueltas, revueltas a qué hacer, dónde ir y porqué cuando termine aquí. Que me queda medio año pero uno, aunque no sea muy de contar, sí que es prudente en según qué circunstancias y comienza a intentar manejar lo poquito que uno puede manejar de su propio destino. Porque aunque nos digan que uno maneja su destino eso es mentira y querer no es poder, querer es querer y poder es poder y si no serían sinónimos y no los son.

Y yo hago lo que puedo o lo que me dejan y no lo que quiero.

Y como no soy de contar no pienso contar el abanico de cosas que ando tocando y mirando porque alguien podría pensar que estoy perdido en la vida (cuña de ironía patrocinada) pero, quien me conoce sabe que me paso parte de mi vida maquinando situaciones y escenarios porque si me paro me mareo. Siempre en movimiento, sino pierdo el equilibrio y ya lo perdí casi hace tres años y tropecé y volví a tropezar y me volvía a caer hasta que me puse en movimiento de nuevo.

Porque, sinceramente, tras estos seis meses que me quedan, que van a ser los mejores de mi vida, no sé si me quedaré aquí, volveré a mi casa para volver a volverme o para no volver y devolverme a otro lugar. Total, mi vida ahora está empaquetada en un par de mochilas y el trastero de mi mejor amigo y eso me permite ser flexible y ver cómo se desarrollan los acontecimientos vitales y decidir. Porque uno no puede planear tanto como nos dijeron que podíamos porque las cosas cambian y pasan fuera del control de uno mucho más de lo que creemos.

Y, como casi siempre, se trata de cruce de caminos. Sin saber muy bien como, te vas encontrando con personas y esas personas son las que hacen que un lugar o una situación se convierta en interesante y, esto señores y señoras, se está poniendo interesante. Me gusta Colombia y habrá que hacer por ver cómo puedo retornar cuando toque marchar porque ese momento llegará porque uno hace lo que puede, no lo que quiere.

Además, si no fuese por la familia y los amigos percibo que poco tengo allá cuando comienzo a tener cosas acá y cosas son situaciones y personas de interés que desplazan a las situaciones y personas de interés que tenía antes allá porque cosas de tener, pocas tengo. Que no sustituyen pero si reemplazan en el día a día y el día a día es lo que sirve porque uno no puede controlar tanto la vida como le dicen porque yo hago lo que puedo, no lo que quiero.

Y, de paso, como no me puedo parar quieto ya me he sacado un par de cursos on line, colaboro en la distancia con otra ONG inglesa, soy la única persona que juega a basket en esta ciudad, estoy aprendiendo a bailar salsa (fin de las risas, por favor), los viajes de 12 en horas en bus no me afectan, preparo mochilas en tres minutos y las deshago en dos, me muero de ganas porque llegue diciembre y marcharme a Boston, planeo carnavales en Recife (Brasil) porque creo que se me cae Cádiz este año, la semana que viene llegan tres compañeros más y aquí seguiremos.


Y luego ver venir porque si me paro me mareo y me caigo y no me voy a caer porque luego me cuesta recoger los pedacitos que se quedan por el suelo.

Mientras escribo escucho: Power. Kayne West